Está más que comprobado científicamente que estar enamorado implica ventajas a nivel psicológico, y a nivel sociológico para el ser humano.
Cuando alguien está enamorado, la persona se siente en las nubes, la felicidad lo envuelve todo y los problemas propios que antes eran insuperables, ahora se ven de otra forma e incluso pueden llegar a pasar a un segundo plano.
Aumenta la autoestima. Si el amor es es recíproco y correspondido, la persona empieza a valorar sus propias cualidades muy positivamente.
La persona se siente más radiante y fuerte, algo que se debe a los cambios físicos que experimenta el cuerpo ante el amor.
Mejora la capacidad de aprendizaje.
La antropóloga estadounidense Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers explicó que "hay una razón por la que los enamorados no pueden estar separados: el amor crea un tipo de adicción química, al igual que ocurre con la adicción de algunas personas al chocolate".
Aumenta la creatividad y aumenta la motivación.
La persona suele estar más receptivo a comprender los problemas de los demás, esto es, aumenta la empatía.
Además, el estar enamorado activa los centros de placer en el cerebro, donde se incrementa la producción de dopamina, hormona que nos hace sentir bien y que juega un rol principal en las adicciones. Esto también mejora el humor, los niveles de energía y se agudiza la capacidad de focalizarse.
El amor también ayuda a reforzar el sistema inmune y refuerza la salud mental.
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