martes, 26 de octubre de 2010

ESPAÑA REGISTRA DOS DIVORCIOS POR CADA TRES MATRIMONIOS Y AÚN ASÍ NO DISMINUYE LA BÚSQUEDA DEL AMOR

España está a la cabeza de Europa en crecimiento de rupturas de pareja: un 205% en la última década. Cada día se deshacen 2.761 uniones.




Una década de rupturas

Lo datos dicen que en Europa se produjeron a lo largo de una década (1998-2008) algo más de diez millones de divorcios, casi el 80 por ciento (ocho millones) de ellos en los países que pertenecen a la antigua UE de los Quince. Es decir, sólo dos millones de rupturas (el 20 por ciento del total europeo) se dieron en los doce Estados de la ampliación, que han entrado en la UE en los años más recientes y que ahora tienen que realizar un esfuerzo para llegar al nivel de desarrollo de los primeros. En estos parece que todavía perduran las costumbres de toda la vida: el matrimonio hasta el fin de los días. Habrá que esperar unos años para comprobar si estas nuevas naciones también adquieren los hábitos y tendencias sociales de los Estados más antiguos de la Unión en ámbitos tan privados como la familia y la pareja.
Y de los 27, hay un caso que destaca de forma espectacular en esos diez años: España, donde los divorcios casi se han triplicado en una década. De los 36.072 que se producían en 1998 a los 110.036 que se han dado en 2008. Somos el país de la gran Europa donde más han crecido las rupturas matrimoniales, hasta tal punto que nuestros divorcios y separaciones representan el 58% de todos los que se producen en la UE al año. En nuestro país, por cada tres uniones que se forman se deshacen dos.
Una triste realidad que también ocurre en Bélgica y Hungría. Sin embargo, en otros países la tendencia ha sido la contraria: Reino Unido, Alemania, Países Bajos y Finlandia han visto disminuidas sus rupturas.


Caída de la nupcialidad

En cualquier caso, ante este panorama, son muchos los que reclaman mayor protección para la familia. El propio presidente del IPF, Eduardo Hertfelder, explicó que este informe «habla de miles de tragedias personales, familiares y sociales ante las que no es legítimo seguir pasivos, suponiendo un reto prioritario tanto para la sociedad en general como para las administraciones, porque cada familia que se ve abocada al divorcio debe considerarse un fracaso de la Administración y de la sociedad por no haberla sabido o querido ayudar».


Y es que el matrimonio sufre una doble amenaza. Ya no sólo se trata de que, llegado el momento, las parejas decidan romper y no aguantarse más. Sino que cada vez son menos los que desean iniciar su convivencia bajo el paraguas que proporciona esta institución. Es decir, cada vez se casan menos europeos. Y esto también tiene una marcada tendencia en todo el continente. En concreto, cada año hay 725.000 matrimonios menos, lo que ha provocado una caída de la tasa de nupcialidad de 6,75 (1980) a 4,87 (2007), a pesar del aumento de la población.


        Casados y solteros

Todo ello está modificando la estructura de la sociedad. Lógicamente hay más divorciados (3%) y menos casados (4%). Ahora la población europea se distribuye de la siguiente forma según su estado civil: los que han contraído matrimonio siguen siendo el mayor grupo (44,3 por ciento); seguido por el colectivo de los solteros (42,3); luego están los viudos (7) y, por último, los divorciados y separados (6,4).


Fuente: www.abc.es


Sorprende que ante tal panorama, el ser humano siga buscando pareja una y otra vez, las veces que sea, esto es, da igual que el matrimonio anterior haya fracasado, no importa, de los errores se aprende y miles de solteros, separados, divorciados y/o viudos continúan con su búsqueda incesante del amor.

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